n la historia, la conflictiva relación con los suegros ha sido para muchos guionistas y escritores caldo de cultivo para pergeñar ficciones muchas veces disparatadas. Y muchas veces, también, reales. En Estados Unidos, por ejemplo, hay alrededor de cincuenta libros de autoayuda con títulos sugestivos que abordan la problemática. "Guía de supervivencia para nueras" o "Casada con mi suegra", son dos de ellos.
Los casos mediáticos argentinos son historia conocida. Shakira sorteó un obstáculo soporífero como su suegro, el ex presidente Fernando De La Rua, a quién supo promocionar frente a medios internacionales como un "patriota y un político honesto" en el mismo momento en que el radical lidiaba con una crisis económica galopante.
La intensa relación entre la cantante colombiana y Antonio De la Rua nació en pleno gobierno de la Alianza y prospera con el visto bueno de su suegro, que incluso confesó "chatear" con su nuera todas las semanas.
Pero las relaciones con los suegros suelen tener ribetes pintorescos. Más aún si se toman como ejemplos los casos de la farándula local. Marcos Gastaldi, pareja de Marcela Tinayre y yerno de Mirtha Legrand protagonizó un episodio escabroso con el vaciamiento del Banco Extrader que escandalizó a la diva de los almuerzos. En aquella oportunidad, Mirtha no pudo tolerar ver a su nieta Juanita Viale pelearse con los medios en defensa de su padrastro.
El caso del actual Jefe de Gabinete, Sergio Massa, también encuadra entre los ejemplos. Su suegro, Fernando Galmarini, optó por resaltar el perfil de su yerno admitiendo que "va a decirle a Cristina todo lo que no le guste", algo que terminó molestando a Massa. En privado, el ex intendente de Tigre repite en privado que su suegro es un "nabo importante".
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