Hay amores que se vuelven resistentes a los daños
como el vino que mejora con los años
así crece lo que siento yo por ti.
“Hay amores que se esperan al invierno y
floreceny en las noches de otoño
reverdecental como el amor que siento yo por ti”.
Sí, señores. ¡Hay amores!… como dice la canción que compuso Shakira para ‘El amor en los tiempos del cólera’.
A la película, según la crítica, no le fue nada bien y no voy a hablar de un tema tan trasnochado, pero, por lo menos a mí, esa canción se me antoja conmovedora y por eso es que la traigo a colación. Y cómo no hablar del tema si el sábado celebramos esta fecha tan especial.
No soy quién para hablar de tortolitos y ‘acaramelamientos’ y, aclaro, no es que hoy me quiera poner ‘de ruana el blog’, pero como somos especialistas en descuidar lo realmente importante; es decir, lo que verdaderamente amamos, quiero despacharme con unas recomendaciones para este día.No hablaré de planes para hacer, ni de cómo reactivar el amor.
No, eso se lo dejo a algunas páginas de los periódicos de este fin de semana, que les recomiendo leer. Lo que voy a hacer es meter la cucharada en el tema del amor para que después no lo cojan con los ‘pantalones abajo’. Y lo que viene a continuación no me lo inventé yo, lo escribió una vecina del sector que insistió mucho en que le publicara el correo porque ella, según dice, sí es especialista en el tema. Y yo le hago caso porque al fin de cuentas soy un enamorado y en estas lides nadie nace aprendido.
“Mire, Casimiro, lo primero es que hay que dejar la bobería de creer que el amor es para toda la vida. A otro con ese cuento. Si se pone a pensar en eso, está jodido. ¿Sabe por qué? Porque lo que usted debe hacer es vivir con su pareja como si fuera el último día de sus vidas. Seguro que usted ha escuchado a varios decir: “¡Juemadre! Murió mi papá o mi mujer o el que sea y nunca, pero nunca le dije que lo quería”.
Pues que no le pase a usted. Lo segundo… deje de estar esperando más de lo que la persona que ama le pueda dar; más bien, dé usted, y lo que sienta, cualquier cursilería vale. Pero, sobre todo, dé tiempo. Lo tercero, Casimiro: se ve que usted de esos que no sueltan ni media palabra de lo que sienten. Siga así y lo verá, porque hablando se entienden las personas”. Válgame, no les parece que suena a regaño. Pues al que “le caiga el guante…”. Buena semana y feliz Día del Amor y la Amistad.
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